Andaba yo ya hace un tiempo con una buena amiga por las calles valencianas, y dabase el caso de que esta tenia la mente embotada de preocupaciones, pues el ultimo examen no salio como ella esperaba. Y me dio a mi la vena y suelto airadamente. “ a mi, me basta con mirar a mi alrededor para comprobar que el sufrimiendto por unas cosas o por otras, es mutuo” y ella, como buen hijo de vecino responde ante esto “ venga ya, que dices? “ “ que si, mira, esa señora por ejemplo” señalo a una mujer toda vestida de rojo, sentada en la parada del autobús que se observa los pies “ tu mira su cara, seguro que te dice algo” si, me decia algo, me decia… bufff, necesito llegar a casa pero ya, madre mia que el autobús no llega y yo necesito sentarme…al ejems, pues… si eso, a todos nos pasa no es nada raro. Y mi amiga, comprendiendo mi juego, me sigui el royo. Y andamos unos pasos adentrandonos por la calle del macdonalls y tomamos con un chico que miraba atento el cartel del “ restaurante de comida rapida y basura que a todos nos gusta para marranear un rato” y rapidamente desviaba la vista hacia el metro para devolverla despues al cartel de color rojo, y me hace mi amiga propinandome un codazo “ mira, ese tambien sufre, se esta debatiendo si le vale la pena comerse una hamburguesa o dos y quemarlas subiendo y bajando las escaleras del metro, o si se come tres y directamente vuelve a pie” yo sonrei con ligereza, dicho sea que el chaval estaba un tanto… rechonchillo. Más tarde bajamos al metro, o si¡¡¡, este si que es un paraiso de “ mira su cara e imagina que piensa”. Se nos planta delante una pareja de albondigitas “ a su defensa dire que eran de las pequeñas ee” y empieza a hacerse arrumacos, cosa muy tierna que nos hizo sonreir, pero más tarde esos arrumacos se conviertes en empujoncillos y me dice mi amiga “ cariño, las croquetas de tu madre son lo mejor. No cuqui, los pasteles de calabaza de la tuya que se matan, de vicio¡ pero amor, que dices si sabes los buñuelos de la tuya los superan con creces, que no churri, que no vida mia, la tuya, la mia… Ñam…” me quedo mirandola, a calado el juego y no se le da mal, tendre que buscar algo para rematarlo… hay, aparece un ante mi vista un niño que con la mano puesta en la oreja en plan de “ no te oigo” mira concentrado a su padre. “ lo veo papa, yo te digo que lo veo e, si si mira mira, lo oigo en serio que si, ya viene ya viene” y mirando el marcador de tiempo de los trenes, empezamos a reirnos. Faltan veinte minutos para la llegada del tren.
jajajajajajajjaja
ResponderEliminaresta muy bien!!!
jajajaja me encanta como escribes (:
ResponderEliminargracias por pasrte, me ha gustado tu comentario, Te sigo!
Un besito (L)