jueves, 28 de abril de 2011

como sonreir más a menudo





-te dedicas a observarme todas las tardes, me sigues en dos ocasión, ¿y ahora no eres capaz de hablar?

Silencio. . . Marina se quedo mirándolo largo y tendido, sin apartar la vista de el, hasta que la presión de esa confiada y serena mirada puedo con el chico, y las palabras brotaron atropelladamente de su boca.

-siempre sonríe, siempre esta sonriendo y eso que no tiene una vida ejemplar y lo siento si eso le molesta pero es que es así la seguí y vi como pedía un montón de medicinas y su casa tampoco es la mejor del pueblo y, y… no lo entiendo

Marina sonrió ante las palabras del muchacho, ahora le tocaba explicarse

-son las cosas pequeñas, cosas al parecer sin importancia las que no hacen sonreír cada día, solo hay que saber apreciarlas.

-yo no se

-bueno… lo primero es reconocer el error y lo segundo enmendarlo, así que ya tenemos algo.

-sigo sin entender

-es normal Adrián, que tras todo lo que te ha pasado no puedas sonreír, que se te haya olvidado sonreír, ahora, lo que vamos ha hacer es volver a aprender. Por ejemplo, esa bufanda que llevas ¿Cuál es su historia?


Adrián se llevo la mano al cuello y acaricio su reciente adquisición, a continuación relato toda la historia de esta.

-ves, eso tendría que hacerte sonreír

-¿el que? ¿el pensar que una niña me ha dado su bufanda y que posiblemente mañana por la mañana cuando salga de su casa se helara de frió? ¿ o la echara de menos? 

Marina negó con la cabeza

-el pensar lo agradecida que ella te estaba por haber sacado a su muñeca del agua.

Adrián la miro sin entender, el no lo veía de ese modo, solo podía pensar en que la niña echaría de menos su bufanda.

-ya lo entenderás, poco a poco- le dijo acariciándole el hombro

al poco rato se levanto del banco y antes de emprender el camino de vuelta a casa, se giró hacia Adrián.

-mañana me voy con mi nieta a pasar el día fuera, te recogeremos a las siete en la plaza del pueblo, y no acepto un no por respuesta.

1 comentario:

  1. Ay Madre Mía!
    la nena pelirroja del principio del blog me ha dejado absolutamente enamoradísima :)
    Te diría que el texto es precioso (que lo es) pero es que el pelo pelirrojo que se gasta es adorable.
    Un saludo!

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